Entre
el 3 de Abril de 1888 y el 13 de Febrero de 1891, se registraron once
asesinatos de prostitutas en la calle Whitechapel (Londres) y sus cercanías.
Sólo cinco de estos crímenes son atribuidos al mismo asesino por sus
similitudes y ejecución (cortes profundos en la garganta, mutilación del
abdomen y la zona genital y extracción de órganos) y por haber sido cometidos
de madrugada en callejones adyacentes a Whitechapel. Ninguna pista, ningún
testigo conducirá jamás a la policía a un final satisfactorio para esta
historia.
Desmontando
la leyenda
Sin
duda lo que ha convertido a este asesino en serie en un mito es lo poco que
sabemos de él (por no decir nada), se nos presenta como un apuesto caballero
que sale de entre la niebla con una afilada navaja y, antes de que podamos
pedir ayuda, nos corta en pequeños trocitos (y se lleva alguno de recuerdo).
Debemos analizar algunas cosas para darnos cuenta de lo poco que sabemos de él
y lo equivocada que es nuestra imagen de ese personaje tan oscuro y humano.
Existen
dos tipos de asesinos en serie: los organizados y los impulsivos. Jack
pertenece al primer grupo, los más peligrosos, ya que son capaces de planear
sus actos, su necesidad de matar está presente, pero controlada (al contrario
que los impulsivos). Además, es probable que no fuera un rico señor ni un noble
de larga capa (que seguramente hubiera llamado mucho la atención en un lugar
tan pobre como aquel), sino alguien del lugar, una persona conocida que no
hubiera provocado recelos en las mujeres (sobre todo en aquella situación de
miedo) y con la que se hubieran ido sin dudar a algún oscuro callejón. Debía de
conocer muy bien el lugar, al menos lo suficiente como para poder esconderse
y/o estar apartado de la actividad de la calle principal el tiempo necesario
para ejecutar sus crímenes. Es incluso posible que fuese detenido y liberado más
tarde.
Todos
los detenidos con relación al caso fueron exonerados por falta de pruebas o por
tener una buena coartada. Un asesino silencioso, anónimo, sangriento, nunca
descubierto… todos los elementos que necesita una leyenda, aunque provenga de
la más oscura de las facetas humanas.
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